Boho Dogo: un espacio de posibilidades

Fotos por Nicole Marin (@nicoleemc) para Trasiego Magazine.

Stop everything! Si eres animal lover, querrás detenerte un momento para conocer nuestra invitada del mes de junio y su very happy and unique brand.

En un espacio picture-perfect en el medio de Santurce y rodeadas de perritos, nos dimos a la tarea de conocer a la mente detrás de Boho Dogo, una compañía que va más allá de lo tradicional, demostrando que el pet grooming se puede convertir en toda una experiencia. Ya habíamos visitado el espacio, pero lo que no sabíamos aún es que en la lista de visionarias energéticas y verdaderamente apasionadas, encontraríamos en primera fila a la bayamonesa, dueña y fundadora de Boho Dogo, Jarrette Soto.

A nivel profesional, Jarrette confiesa haber tenido muchas etapas. Durante sus estudios en la Universidad Sagrado Corazón, la empresaria descubrió su pasión por los medios: una pasión que, aunque no ejercería de manera directa luego de graduarse, más adelante le ayudaría a convertir en una realidad su negocio de ensueño.

Sin embargo, no fue de manera inmediata. La duda que acapara a la mayoría de los graduandos una vez recogen su diploma y tiran birrete, fue la misma duda con la que se topó Jarrette: “¿Ahora qué hago?”. Es esa la pregunta que marca el comienzo de descubrir y experimentar, hasta llegar a la Jarrette que vemos hoy, resultando también en la marca que tanto nos llena las redes de trendy doggie videos y tips para cuidar de nuestra mascota, Boho Dogo.

Inspirada e invitada por su tía, quien comparte su pasión por los animales, Jarrette asiste a una convención en Philadelphia dedicada a la industria del grooming. Ya cursando algunas clases, las experiencias de la convención se convirtieron en el impulso que la joven necesitaba para tomar una decisión e ir tras su primera clienta.

Aunque comenzó los servicios de grooming desde su casa (2017), Jarrette siempre supo que le deparaban otros espacios y un proyecto más grande. Las redes sociales se convirtieron en aliadas, y el poder comunicar con facilidad y compartir sus trabajos de manera llamativa y poco tradicional comenzó a rendir frutos. Enfocada en darlo todo, los clientes que recibía en su espacio también formaron parte clave de esos primeros pasos de la trayectoria, pues con feedbacks y palabras motivacionales, se convirtieron en su grupo de apoyo.

Yo me di cuenta que no era dónde yo estaba, sino lo que hacía y cómo lo hacía, y eso me fue dando dirección”.

Tan transparente como en sus redes sociales, la empresaria lo fue con nosotros y nos comentó sobre algunos de los momentos más game-changers de su compañía, desde la visita del Municipio de San Juan al tener tantos clientes en su hogar, el inesperado cambio de marca a tan corta vida del negocio, hasta el decepcionante desenlace de lo que suponía sería un nuevo local.

Precisamente, fue entre esos sucesos que nace el espacio donde hoy se ubica Boho Dogo en la Avenida Ponce de León en Santurce. La visita del Municipio de San Juan, ante el constante recibimiento de mascotas y clientes en su hogar, la empujaron a dar un paso más arriesgado y atrevido, pero esperado.

Honestamente no tenía clientes (suficientes) para rentar un espacio, pero yo sabía que como me iba, era cuestión de seguir. Sí con mucho miedo, te soy honesta… Pero no me quedaba de otra. Era eso o regresar atrás, y eso no era una opción”, recalcó optimista la dueña de Boho Dogo.

¿Cuáles han sido los otros game-changers que llevaron a Jarrette al Boho Dogo que conocemos hoy día? La empresa ha tenido dos etapas : The Woof, como se le conocía en sus principios, y la marca que ahora conocemos, Boho Dogo. Dentro de la euforia por comenzar su negocio, Jarrette admite haberse adentrado “con todo” de manera muy rápida, y muchos de los procesos eran completamente nuevos y desconocidos, resultando en que luego de realizar la marca y todas sus páginas, se topara con un conflicto de marca y con “The Woof” ya registrado. ¡Toda una pesadilla para cualquier negociante!

Sin embargo, son lecciones que carga muy de cerca y que la han moldeado como empresaria, permitiéndole tener una historia que compartir con otros gestores de negocios. ¿Cuál es ahora uno de sus mayores consejos para quienes buscan poner en acción alguna idea? Research, and more research!

“Lo lloré, lo sufrí…” nos comentó, al recordar lo que nombra como uno de los procesos más duros como empresaria, no sin pasar por alto el impacto de las palabras de aliento de sus allegados, quienes le aseguraban que su trabajo y su pasión iban más allá de un nombre o una marca. Fue de esa manera que dejó ir lo que en un momento fue el nombre perfecto, y abrió espacio a otras oportunidades.

Aunque el proceso comenzó complicado, Jarrette confirma haber sido un cambio para bien, pues fue luego de soltar “The Woof” que encontró y nació Boho Dogo: el rebranding que logró que su visión se estructurara de mejor manera y lo que ayudó a crear una marca con la cual se identificara.

BOHO DOGO FACTS THAT WE LOVE:

  • ¡Es más que un grooming salon para nuestros hijos perrunos! Es un espacio de encuentro con una segunda familia, donde cada perrito sale más clean, más feliz y con mucho más cariño para repartir.

  • Crean experiencias completas que involucran a sus clientes, ya sea a través de la educación o con actividades y juegos.

  • “Boho Dogo es perro libre”, como dice la empresaria, pues son muy conscientes de los boundaries de cada mascota y velan por no invadir estos límites.

  • Transparencia = Boho Dogo. Sus redes sociales son una presentación de su realidad y de sus procesos como compañía.

  • Ya lo establecimos, pero simplemente hay que enfatizarlo… ¡Boho Dogo es una empresa female-owned!

Sin esperarlo, aún rodeadas de todo lo que define a Boho Dogo, la entrevista tomó un giro emocional cuando preguntamos por esos pasos necesarios para comenzar un negocio desde cero. Dentro de contratiempos, bajones, dificultades económicas, lecciones y cambios, Jarrette afirma que sobresale y se mantiene intacta la pasión por lo que hace.

Una vez tienes esa pasión, no importa lo que suceda, no la vas a dejar caer”.

Así lo demostró al entrar en el más reciente reto de Boho Dogo: cuatro o cinco meses de estar back and forth con un espacio nuevo en Santurce, el espacio que se convertiría en la segunda localización de Boho Dogo. Con agenda llena por semanas largas y con un público cada vez más grande, Jarrette se preparaba para, una vez más, “darlo todo” en un segundo local más espacioso. Sin embargo, la vida la movió hacia otra dirección que, al igual que en ocasiones anteriores, no dudamos que resulte en un cambio para bien.

“Con el corazón hecho pedazos me tocó tomar una decisión y lo solté. Me ayudó mucho cuando recordé lo que pasó con el nombre… Me acordé de ese momento donde insistí, insistí e insistí, y cuando solté, pasaron todas las cosas... Estoy dejando que la cosa fluya. Cuando aparezca el espacio, aparecerá” finalizó confiada.

Cada proceso y etapa ha transformado esta empresa pet-friendly en algo más grande. Mientras tanto, los planes de expansión continuan sobre la mesa, al igual que las oportunidades de llevar Boho Dogo a distintas comunidades, países y experiencias educativas. Boho Dogo, más allá de un grooming salon, se ha convertido en un espacio abierto a infinitas posibilidades, siempre teniendo como norte a nuestros amigos perrunos.

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